Alianzas
El compromiso de bioMérieux con la salud pública y su pericia en biología tienen su origen en una historia familiar única. En 1897 Marcel Mérieux, alumno de Louis Pasteur, fundó un laboratorio de análisis en Lyon que se convertiría en el Institut Mérieux. Este hecho marca el inicio de una extraordinaria aventura tanto en el campo de la biología como en la industria.
En 1937 su hijo, el Dr. Charles Mérieux, tomó las riendas del laboratorio paterno. En los años 40 introdujo una técnica desarrollada por el profesor danés Frenkel —el cultivo in vitro— que revolucionó la fabricación de vacunas y condujo a la producción de reactivos para las pruebas diagnósticas in vitro.
En 1963 Alain Mérieux, nieto de Marcel, fundó la empresa de diagnóstico bioMérieux. En la actualidad forma parte del Institut Mérieux, cuyas empresas de diagnóstico, inmunoterapia, seguridad alimentaria y nutrición trabajan para afrontar los nuevos retos de salud pública y contribuir a la medicina del mañana.
Salus, durante sus más de 100 años de historia, ha permanecido fiel a los principios de su fundador y a su enfoque holístico en la prevención de la salud y el bienestar del individuo y de los pueblos en general.
De Baviera, al mundo entero
El doctor en medicina Otto Greither sufrió durante muchos años una grave enfermedad hasta que, cansado de tanta terapia ineficaz, puso en práctica sus conocimientos como médico y su permanente inquietud por las terapias naturales, encontrando en ello un camino propio para curarse a sí mismo. Con su original Cura Salus (cura de salud) puso la primera piedra de un amplio sistema de salud y estableció el punto de partida de nuestra empresa dedicada, desde entonces, a la elaboración de productos medicinales naturales (fito-preparados para el cuidado de la salud).
Conozca a través de los siguientes hitos fundamentales las características que han marcado el quehacer de Salus durante estos últimos 100 años y cuál es la filosofía que está detrás de nuestros más de 1.500 productos.
El doctor Greither fue durante toda su vida una persona curiosa y ávida de nuevos conocimientos. Nada más doctorarse, en el año 1896, siguió formándose como especialista en neurología y estudió con prestigiosos médicos de su época.
Pero como sus inquietudes iban mucho más allá, se dedicó también a estudiar veterinaria y posteriormente se especializó en odontología en la universidad de Berlín. “Eso hizo que me diera cuenta de lo importante que es la alimentación natural y el uso correcto de los dientes al masticar los alimentos y de la salivación, para prevenir infinidad de enfermedades que tienen su origen en el aparato digestivo y en un deficiente proceso de la digestión”.
Para lograr el deleite en una infusión y la máxima eficacia curativa, hace falta poner mucho conocimiento y esmero en la elaboración. La historia de las infusiones de hierbas curativas de Salus comenzó hace 100 años, cuando el doctor en medicina Otto Greither elaboró su primera infusión. La mezcla saludable muniquesa era una fórmula que estimulaba el metabolismo y ayudaba a eliminar el ácido úrico, todo ello formaba parte de la “Cura Salus”. Para elaborar esta infusión Greither mezcló veinte hierbas diferentes tales como: anís, hinojo, comino, pensamiento, milenrama y hojas de zarzamora.
En 1916 Greither inauguró la fábrica de Salus en la Türkenstraße de Múnich para comercializar su «Cura Salus». Aquellas sabrosas y reconstituyentes infusiones sumaron enseguida muchos adeptos. En 1930 ya había 23 infusiones de hierbas Salus diferentes, y la gran mayoría procedían ya de cultivos libres de pesticidas y abonos químicos.